ANGÉLICA MEZA: Soy mexicana, abogada, académica, esposa, madre, blogger y social media. Licenciada en Derecho por la UNAM por la tesis: “Análisis racionalmente motivado del discurso de la contradicción de tesis sobre anatocismo”, desde donde enfaticé mi formación en la argumentación jurídica y en el lenguaje del derecho, al estar plenamente convencida, de que la destreza en el lenguaje es parte del éxito en todas las áreas, pues en la medida de su claridad se logra equidad, eficacia, democracia, justicia e inclusión social.
La formación obtenida dentro del Instituto de Investigaciones Jurídicas (UNAM) como Asistente de investigación en materia de impartición de justicia y en la Coordinación del Doctorado por Investigación, me otorgó la capacidad de análisis, síntesis y crítica, así como la habilidad para identificar, formular y plantear problemas de investigación. Lo cual me permite hoy en día, no sólo insertarme en el debate jurídico sino: evaluar, implementar, impulsar y desarrollar proyectos de investigación y/o estrategias de negocios . Mi vocación por la docencia, la sólida formación teórica y el excelente manejo del lenguaje me permitieron impartir clases de Argumentación Jurídica al Poder Judicial, por parte de la Universidad Iberoamericana en un principio y posteriormente por la Universidad Anáhuac del Norte.
Por logros académicos, el CONACYT me otorgó Beca para estudios de Maestría en el Programa de Posgrado de Derecho de la Facultad de Derecho (UNAM) donde desarrollé la tesis de grado: “Análisis semántico del discurso del derecho: el problema epistemológico de los conceptos jurídicos”, donde cuestiono el afán obsesivo de un orden encapsulado, cerrado y limpio en el derecho, cuando lo que se requiere es, que las decisiones judiciales se ajusten a conductas reales, que camine de forma paralela el ser y el deber ser.
Mi creatividad, tenacidad, atrevimiento así como la visión crítica y propositiva me permiten conjugar mis más grandes pasiones: las actividades como abogada dentro de la complejidad jurídica, la dispersión legal y sus continuas modificaciones; y mi ambición por convertirme un día en escritora. Por ello, en 2008 fuí parte de los bloggers que realizaron reseñas para cadena de lectores de Editorial Alfaguara, y desde entonces, he participado en diferentes talleres de creación literaria, destacando mi participación con la Dra Alicia Reyes en la Capilla Alfonsina, donde escribo mi primer novela: Aquí hay una errata, una burla a mis propios errores ante la imposibilidad de borrarlos. Pues aunque odio las etiquetas y las equivocaciones, puedo con ambas, y no soy de las que envejece al presente atragantandose de tragedia ni masticando culpas, ni compro permisos para tomar distancia ni retroceder.
Desde 2007 escribo en un blog personal llamado Monopolio de erratas, en el que muestro parte de mis ejercicios narrativos (borradores) y mis aventuras desde que me hice editora de Amigos la revista. En mi blog (personal) me descubro como un personaje virtual que juega con la sexualidad (y sí, algunas fotos soy yo) para evidenciar el canon que ser mujer es remitirse a una categoría y a un rol aceptado, donde la estética como objeto de culto y fiebre, impone ritmos y prioridades, y a la vez, vuelve común e invisible, marcando el principio y fin de un pensamiento preocupado por usar, por ejemplo, una tanga (mi post más visitado). Divertida y aguerrida exploro dentro de la literatura con un excesivo protagonismo, por lo que estoy plenamente convencida que soy una de las más grandes promesas de la literatura contemporánea, pero si alguien lo niega en mi presencia, hiperventilo.
Actualmente soy fundadora y directora general de Amigos la revista, una propuesta urbana de cohesión social, que pretende ser vínculo con todas las manifestaciones artísticas, culturales y científicas, nacionales o extranjera que trabajan en la ciudad con y para los niñ@s de educación primaria; para otorgarles opciones, impulsar la fantasía, darles espacios de sociabilización y herramientas para la lectura de un mundo libre y propio, que permita la construcción mediante el diálogo de un marco reflexivo y crítico de contenidos retóricos y repeticiones ciegas que legitiman violencia. Para a la larga, empoderar la ciudadanía de las niñas y los niños, pues ellos son sujetos de derecho y no objeto, por ello, pugnamos por el respeto de sus derechos, como el derecho a la información y a ser escuchado para deconstruir la crianza que forma y protege el nosotros y expandir la libertad.
Me da orgullo ser conocida como promotora cultural y defensora de los derechos de los niños y las niñas, por lo que verme a distancia me produce lo mismo alegría que asombro, y saber que dejo de ser una promesa, es el punto de fuga de todos mis miedos. Los quiero.
Besos
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